Descripción
Sin necesidad de reactivos adicionales (pastillas, gotas, etc.), los medidores electrónicos ofrecen una forma absolutamente profesional de medir diversos valores del agua; como, por ejemplo, la conductividad, la salinidad (total de sólidos disueltos) y el valor del pH.
El valor establecido se muestra en el dispositivo en cuestión de segundos tras sumergirlo en el líquido de la muestra. Sin embargo, los electrodos sensibles deben mantenerse siempre húmedos. Deben calibrarse a intervalos regulares, preferiblemente antes de cada medición, utilizando un líquido de referencia.
Tanto las pilas como los electrodos pueden cambiarse. El rango de trabajo del medidor electrónico está comprendido entre 0 y 50°C; según el modelo, la temperatura puede compensarse mediante la determinación del valor de medición.